Milo imagina el mundo
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Con ilustraciones de
Una vez al mes, Milo hace un largo trayecto en metro con su hermana para ver a su madre. Para no pensar en esas burbujas que siente en el estómago, mezcla de emoción y de nervios, observa las caras de la gente y dibuja sus vidas en un cuaderno.
En el vagón viajan un hombre sin afeitar, otro que parece ausente y solitario, y una mujer que viste un traje de novia. Quizá ella y su marido viajen en globo tras la boda, piensa Milo. Quizá el niño que acaba de entrar, el de corbata y zapatillas relucientes, vive en un castillo…
Milo también se pregunta cómo lo ven los demás. Pero cuando descubre que el niño de la corbata se dirige al mismo lugar que él, replantea todas las historias que ha inventado. «Quizá no se puede saber cómo es alguien tan solo viéndole la cara», termina por apuntar el pequeño Milo.
La dualidad entre el mundo físico —en el que existe Milo— y el mundo dentro de su cabeza —donde da rienda suelta a la imaginación y encuentra la inspiración y la belleza— cobra vida en este álbum conmovedor que invita a la reflexión y nos muestra cómo la creatividad puede ser una vía para descubrir el mundo que nos rodea y superar situaciones de angustia.
Con un texto sencillo y sugerente, Matt de la Peña consigue hablar de los convencionalismos sin caer en ellos. Las ilustraciones de Christian Robinson —de estilo ingenuo, mezcla de pintura acrílica y collage— irradian la alegría de la infancia y capturan, a través de colores intensos, tanto la vivacidad del metro de Nueva York como los bocetos a lápiz de nuestro protagonista.
Milo imagina el mundo nos invita a desconfiar de los juicios superficiales y de las primeras impresiones. «Creo que el libro tiene el potencial de ser sanador, de crear conversaciones, de generar empatía y compasión», opina de la Peña.
27,2 × 20,7 cm
Cartoné
40 páginas
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